Pero
no es esta mentira la que perjudica, más bien esta mentira social nos hace en
ocasiones incluso mejores, suaviza las relaciones con los otros y nos acerca a
ellos poniendo simplemente una sonrisa que acompaña al buenos días o al adiós que
termina…….. aunque sinceramente no nos apetezca nada sonreír……
La
mentira que daña, la controlada y administrada poco a poco, sin que apenas
podamos percibir que nos mienten, incluso haciéndonos pensar que es confianza
en nosotros lo que esa persona/s tiene o nos ofrece, y aún peor cuando hablamos
de mentiras desde quienes gobiernan, algo que debería ser imperdonable en
cualquier país medianamente decente.