Agosto, block de notas del verano

Sábado 15, fiesta en el pueblo, Misa de 12. Hace calor, la Iglesia está llena de abanicos que se bambolean, todos visten “de domingo”… “anda, pienso, pásale el abanico al pobre hombre, que está sudando”.. pero no lo harán ¿qué quieres…….Loco Mía…?”

Más tarde nos paramos en una terraza molona del Paseo Marítimo, me fijo en las servilletas… ¡cómo cala lo de la autoayuda!, esto –me digo- es como las películas americanas para adolescentes, con una frase todo se arreglaba: “se valiente, abandona la orilla...”… y el jovencito respondón se hacía ingeniero. “No llores…las lágrimas no te dejarán ver el sol”.. y se buscaba otro novio. “Si te cierran la puerta…. se abrirá una ventana” y se hacía enfermero… Claro que, para autoayuda, de esa de “Mira chica… esto es lo que hay” para eso (y con gran éxito) tenemos el refranero… a caballo regalado…; no hay mal que por bien no venga… o no hay mal que cien años dure… y a quien buen árbol se arrima… Pues eso, que está todo inventado.

La verbena de la Paloma

Pues resulta que a la mugre esta que ocupa el espacio de la alcaldía no le gustan las verbenas, y mucho menos si tienen por nombre el de la Virgen de la Paloma, es decir que lo que odian no son las “gallinejas” y “entresijos” (si bien estas comidas no les parecen apropiadas), no, sino todo lo que se aproxime a la Iglesia Católica.

Y con el fin de demostrarlo han huido cada uno donde se le ha ocurrido: desde fiestas peruanas a musulmanas, cosa que no entiendo muy bien dado que la verbena estaba plagada de ciudadanos hispanoamericanos y marroquíes, que se lo estaban pasando bomba en las diversas atracciones.

Estampas urbanas: más de palomas

Estoy convencida de que él no lo sabe; apenas se sienta en el banco del parque saca un pequeño paquetito del bolsillo delantero del pantalón, se sienta y comienza a desmigar un trozo de pan. Lo hace de forma pausada, yo diría que con mimo y cuidado. Las palomas se van acercando, se oye el aleteo nervioso y agudo, permanecen cerca del hombre con confianza y seguridad, acostumbradas a él, sin duda. Y el hombre continúa desmigando poco a poco sin prisa, no tiene otra cosa que hacer………………..

El hombre no tendrá más de cincuenta años, y dada la hora debe estar sin trabajo, seguramente……. Pero él no lo sabe estoy segura……….

No, no lo sabe; no sabe que en Madrid está prohibido dar de comer a las palomas “urbanas”, con multas de entre 150 y 750 euros………………… Como en muchas otras ciudades por cierto….

 

Vaya tropa!!!

Esta famosa exclamación del conde de Romanones, perplejo y más que asombrado, tras darse cuenta de la deslealtad de algunos miembros de la Real Academia que le habían prometido su voto para incorporarse a la Institución, viene muy a cuento en estos momentos políticos que vivimos, mezclados y ordenados como estamos con tanto Quichi, tanta Colau, tanta Carmena y tanto ignorante que nos gobierna en lo cercano, vamos que estos sí que son para exclamar: “jo… qué tropa!!”  (Y no paran ni en Agosto!! qué fastidio!!)

Esperemos que esta exclamación salga de aquellos que los votaron, engañados o convencidos de que su voto solo serviría para asustar un poco, en fin…. ya veremos.