Estampa en TV

Tengo que confesarlo: a veces veo la 5.

Y sí, fue a eso de las 14 horas, apareció un programa que se llama Cámbiame, palabra mágica donde las haya. Cambiar, cambiar…… pues bien, se trata de una serie de personas descontentas con su aspecto y portando alguna que otra desgracia a cuestas, se ofrecen a un trío de estilistas (así se anuncian…) con el fin de mejorar.

El gallinero

Pues sí, aquí seguimos sin saber quién gobernará, o siquiera si gobernará alguien.

Mientras el Rey sigue con la mano extendida y mirando con sorpresa y desde sus dos metros de altura a todos los “representantes” de la voluntad nacional (y menos nacional) que incansablemente pasan una y otra vez, nosotros empezamos a sentirnos incómodos con este guirigay, esperando ansiosos que se pongan de acuerdo para saber si tenemos que salir corriendo (a dónde?) o nos dan unos añitos de tregua para pensárnoslo bien.

Pero... ¿qué es conciliar?

Antes de que se pase la ola esta del niño de la podemita Bescansa….. y antes de que tal política pueda ser nombrada ministra de la Infancia (que ya lo veo venir), no estaría de más que, aparte de lo graciosillo del asunto, tuviéramos claro lo que es un tema fundamental en la vida de la familia (y me niego a decir mujer trabajadora, porque hoy y ahora, sobra): la conciliación.

Conciliar no es que una señora se lleve al Congreso al pobre bebé, a pasar unas horas pasando de brazo en brazo (por cierto… y su papá qué ¿trabajando?). Conciliar es algo bastante más serio. Es un asunto que atañe a la sociedad en su conjunto.

Y Lenin planea sobre el Congreso

Aturdidos y más ojipláticos que nunca, asistimos a esta escenificación de la miseria humana en que, tras las elecciones, se ha convertido la política nacional, consiguiendo un mayor, si cabe, enfrentamiento entre españoles solo comparable a épocas que ya creíamos superadas.

¡... hagánlo, verán como se arreglan...!

En una de las divertidas entrevistas-encuentros de Bertín Osborne en su programa “en la tuya o en la mía” que hizo a los humoristas “Los Morancos”, uno de los componentes contó una anécdota (que solo se le puede permitir al protagonista…). Parece que el hombre, reconocido hipocondríaco, un día se sintió tan mal que pensó que se moría. Harta ya su esposa le espetó “¡has caca!....¡has caca!”. Al parecer tuvo un buen resultado.

Y Jordi nació otra vez, coincidiendo con el nuevo año

Un niño de tres años se perdió en un pueblo de Gerona. Estaba con sus padres… afanados estos en colocar todo el equipaje que llevaban para pasar el fin de año en una casa rural.

Jordi, que así se llama el niño, jugaba y saltaba alrededor de tanto trasto, de tanto ajetreo.  Me imagino el enfado de mamá y papá porque el niño no paraba…

Toca recoger!!

Ya pasaron las Navidades y ahora lo que toca es recoger nuestro belén, los adornos y el árbol.

Y lo cierto es que ,posiblemente, espoleados por los ataques de la impresentable carmena (así en minúscula adrede) y demás podemitas distribuidos por todo el suelo patrio, con sus reyes de cartón piedra y su negación y ausencia de todo lo que significa la Historia Sagrada, el Antiguo y el Nuevo Testamento, nuestra cultura, nuestra civilización... España en suma, espoleados digo por todo esto, nos hemos hecho aún más fieles a nuestra tradición, que sepan que no nos rendimos, y que nos preparamos para lo que nos espera en la Semana Santa……

Oda a Manuela

A mí la doña Manuela
me tiene hasta la moñá.

Pues que quiere que le diga
que no comprendo su oda,
vamos su cabalgata… con ka.

Pues no ha querido ni ocas

...bueno ¡no ha querido na!
Ni reyes, ni ocas, ni camellos.

Página ochenta del cuaderno: año nuevo

En estos primeros días del año intentamos hacer propósitos de reforma en nuestras vidas, y junto a la avalancha de recuerdos que nos hacen revisar las imágenes pasadas leemos lo hace tiempo ya, escrito en otros cuadernos. Y así de forma inevitable regresan a la memoria momentos buenos y malos, que han conformado nuestra forma de ser y nuestra forma de reaccionar. Y nos sorprende nuestra imagen reflejada en las fotografías de hace tiempo, ese tiempo que sentimos tan cercano si no fuera por la falda kilt o las hombreras o los ojos llenos de esperanza o quienes nos rodean en esas imágenes y que ya no están cerca, y que hace que crezca en nosotros el deseo de buscarlos y saber qué ha pasado con sus vidas, con la tonta ilusión de que encontrándonos con ellos nos encontraríamos con el tiempo pasado… el tiempo… (quizás ha llegado el momento de buscarlos… mas nosotros los de entonces ¿seremos los mismos?)

En fin el caso es que lo cierto es que la situación en que nos encontramos, comienza a instalarse en nosotros y ya no tenemos la sensación de “estar de vacaciones” y hasta somos capaces de planificar la vida de otra forma y muchas veces hasta “disfrutar” como todos querían……