Alrededor
de las 10 de la mañana tras desayunar con total tranquilidad, me he sentado o más
bien retrepado en el sofá del salón, grande y mullido, y he conectado esa tele
enorme que me permite ver sin gafas de lejos, de uno y medio ya…
Con
el mando en la mano derecha conecto la 1, la 2, la 3, etc no encuentro nada que
me interese lo suficiente… “vamos a ver…, me digo, … no se trata de interés, se
trata de saber de qué hablan, en qué se interesan todos los que, casi por
obligación, se tragan horas y horas de televisión… de acuerdo, vuelvo a
decirme” Y de nuevo comienzo a pasar canal tras canal.
Algunos
canales son rarísimos, hablan con acento hispanoamericano y son como religiosos
o algo así, otros no paran de venderte cosas y objetos tan sumamente útiles que
no entiendo por qué no lo vende directamente El Corte Inglés. Otros canales
emiten películas antiguas españolas, otras de vaqueros y muchas del
neorrealismo italiano (debe resultar barato este material).
Abundan
en todos miles de tertulias políticas compuestas por gentes que emiten sus
opiniones al dictado de quienes los han enviado, estas gentes van de un canal a
otro, de tertulia en tertulia diciendo lo mismo, con algún matiz adaptado a la
cadena de que se trate, y cuando comentan temas que conoces y dominas te das
cuenta de la escasa y en muchas ocasiones falsa, documentación que manejan.
Y
luego están programas que dicen rosas o del corazón, programas a los que yo
llamaría de otro color bastante más negro, donde gritan, se insultan, y
comentan una y mil veces los mismos temas absurdos que solo deberían importar
en sus respectivas casas. Si bien lo que peor me ha parecido o más bien impresionado,
es el auténtico mal trato que recibe una señora, que parece ser que es
periodista o al menos eso repiten, de aspecto algo estrambótico, a quien todos
ridiculizan por su, por lo visto, avanzada edad; y la ridiculizan en términos
tan zafios que, sinceramente, quedé sorprendida, nadie la defendía ninguno de
sus “compañeros”… era terrible y bochornoso.
Cambié
de canal casi al borde del vómito y me pasé a “la 2” donde una “Psicólogo” daba
consejos acerca de cómo tratar a los adolescentes, en resumen que lo importante
era que hicieran lo que les diera la gana en todos los sentido y con mucha
ideología de género (¿)pero quien controla estos contenidos?????
A
continuación, en el mismo canal, emitían documentales del NODO, en esta ocasión
de los años 50-60, salpicados de comentarios repletos de falsedades, estaban
hablando de años que yo he vivido!
En
todos los canales y en cualquier horario los anuncios no tienen en cuenta la
presencia infantil, aunque esto es bien sabido que sucede me pregunto ¿por qué
no se soluciona?
Así
es que comencé un viaje vertiginoso por los 50 canales que tengo conectados.
Mañana
tengo consulta con un traumatólogo amigo, es que me duele un montón la mano
derecha y sobre todo el pulgar, espero que no me diga que es de jugar al golf.
bueno para esto hay una solución: apagar la tele y leer un buen libro!!! jaja es pura intoxicación
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