lunes, 16 de diciembre de 2013

Discriminación social a los mayores

Vivimos en una sociedad, la que nosotros hemos creado por cierto, en la que la competitividad  y la presión social es de tal calibre que se acaba justificando cualquier agresión y desprecio al otro con tal de conseguir los propios fines; así no se tiene en cuenta ni la biografía del otro, ni sus afectos o sentimientos, ni aún se tiene en cuenta su consideración como persona.

Y este desprecio al otro se hace aún más evidente en el trato a los mayores. Trato que la mayoría de las veces consiste en la indiferencia; es indiferente lo que piensen o lo que opinen acerca de cualquier cosa, son individuos que no producen, que subsisten gracias al esfuerzo laboral de los más jóvenes (¿?), individuos que, en resumen, son invisibles, no cuentan para depende qué cosas.

Así es frecuente comentar tras una manifestación o la celebración de un evento, sea religioso, o político o de lo que sea  “había muchos jóvenes”: significa que había sido un éxito;………….. “estaba lleno de ancianos”: sinónimo de fracaso de convocatoria…………


Pero, yo me pregunto, ¿saben, sabemos el significado de todas esas arrugas que, aparentemente les afean y que surcan sus rostros, ¿sabemos que cada uno de esos surcos tienen detrás una historia? A veces de dolor, otras de alegrías y sonrisas, otras resultado de apretar los dientes y tirar hacia delante como sea; y esos andares renqueantes y lentos que traducen dolor, pero que a pesar de ello continúan caminando, caminando las más de las veces para llegar a tiempo y ayudar.

Y les dejamos hablar? Dar su opinión?....... Opinión basada en el duro aprendizaje de la vida, de su experiencia, de su larga trayectoria vital, de sus propias vivencias, de toda esa sabiduría acumulada tras años de lucha. ¿Por qué provocan sonrisas condescendientes sus palabras, sus historias, y a veces indiferencia y hasta desprecio? ¿Son, somos conscientes de que llegaremos a estar en la misma situación? Y vuelvo a pensar en ellos porque es Navidad, tiempo de familia, tiempo de amor.

Nadie en su sano juicio y medianamente formado, aparentemente, apoyaría la discriminación por razón de color de piel, religión, sexo…… pero oye esto de los ancianos es que está súper-asumido…….

1 comentario:

  1. Sin olvidar que, en tiempo de crisis, son los ancianos de las familias los que aportan y ayudan más. ¡Son tan generosos!. ¡Vamos a cuidarles, se lo merecen!

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