miércoles, 30 de diciembre de 2015

Vivir encerrado

Iniciamos 2016, el año de la Misericordia.

2015 termina con una noticia que nos parece de otro mundo, de otra época, de hace cientos de años: la Policía ha liberado, en un pueblo sevillano, a un hombre (59 años y discapacitado) al que tenían encerrado en un palomar de tres metros cuadrados.

Desnudo, desnutrido, atado, sobre un camastro… sin ninguna higiene… La foto de EFE que aparece en la prensa es… ¿cómo decir… demoledora?. no sé. ¿Es la foto quizá de una sociedad desnaturalizada?

En la foto solo aparecen dos piernas de algo que parece un cadáver desnudo, apoyada la derecha sobre la izquierda en un camastro descolorido que te hace recordar imágenes de los campos de concentración. La pared está sucia y se ve en ella algo que parece un ventilador mugriento.

Los autores materiales de tan tremenda historia son sus hermanos: un hombre y una mujer. La noticia dice: “de 76 y 61 años, encargados de su cuidado… y administradores de su pensión (1.000 euros)….”

Los responsables fueron arrestados como presuntos autores de delitos contra la integridad moral, de malos tratos en el ámbito familiar y detención ilegal, pero ya están en libertad “con cargos”.

Y los vecinos nunca sospecharon nada, ni vieron, ni oyeron, ni hablaron… (¿para qué?…¡menudo follón!).

Iniciemos el año de la Misericordia, y que les alcance al protagonista indefenso de esta historia y a todos aquellos que viven encerrados de cualquier manera que sea y, sin falta, a todos los espectadores, testigos, y a todos los que “no quieren líos”.

Y Feliz 2016.

 

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