Portadas
de la prensa de hoy, 12 de junio de 2017, dan un reflejo paradigmático de lo
que es y significa el deporte. Protagonistas: un tenista y un
futbolista-entrenador. Rafael Nadal y José Guardiola (un tal Pep).
Uno
es el modelo perfecto de las virtudes que debe reunir un deportista de élite.
El otro, todo lo contrario, un simple y llano buscador de dinero.
En
efecto, Nadal, Rafa Nadal, es un español nacido en Manacor (Mallorca) del que
se siente orgulloso todo el país, España y, lo mejor, él mismo se siente
español y no deja de subrayarlo siempre que puede. Un magnífico ejemplo,
siempre listo para ganar y dispuesto a dar todo: esforzado luchador por
conseguir la excelencia.
El
otro, futbolista primero y entrenador después, fue jugador de la selección
española (47 veces). Disputó un Mundial y una Eurocopa y consiguió el oro
olímpico en aquella Barcelona’92 (sufragada por todos los españoles)… en fin
como recordaba el líder del Partido Popular en Cataluña, Javier García Albiol,
a cobrar dietas millonarias de la Selección Española no “hacía ascos”.
Claro
que mientras Nadal celebraba (celebrábamos) su 10º Roland Garros, el otro, el
tal Pep, envuelto en agresividad, fanfarronería y desmesura, se permitía el
lujo de insultar al resto de ciudadanos españoles y a soltar cosas como: “…los
catalanes son víctimas de una persecución política por parte de las
instituciones españolas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario