A pesar de todo... tranquilidad que "¡Aún hay patria, Veremundo!"

O sea que nos encontramos en ese impasse o cul-de-sac, vamos que estamos en una carretera sin salida…. en un culo de bolsa, donde desconocemos qué es lo que está cociendo en su cocinita el señor presidente en funciones….

Uno se duerme asustado con lo que oye en los “noticieros” y se despierta, sin consuelo, con los matutinos…. Mientras desempolvamos libros de Historia de España de los años 30 y se nos queda cara de pánico con lo del Frente Popular que creíamos imposible que renaciera…. ¿somos tan tontos? …pues algunos sí…. ahora que otros, como el nuevo “marqués de Galapagar”, bien que andan aprovechándose del increíble señor del Falcon con quien ya se reparten cargos y prebendas.

Y de fondo…. se “celebró” en la capital de España una cosa llamada COP25 (Conferencia de las Partes del Cambio Climático) donde se ha decretado, ni más ni menos, que la emergencia climática y donde, dirigentes políticos (poco destacados, la verdad) han avisado de que llega ya…. ¡pero ya! …la destrucción del planeta. Y todo por ¡nuestra culpa! Eso, al menos, es lo que dice el “personaje emblemático” del encuentro, la “madrina” de la cosa… sí, esa, la niña Greta que no para de presagiar la ya… ¡pero ya! inminente destrucción del planeta. Eso sí se fue en cuanto pudo… dado que el “encuentro” no ha servido para mucho….

Dicen que las consultas al psiquiatra y al psicólogo han aumentado…. y hasta hay un término para definir ese sufrimiento: solastalgia…. ansiedad climática.

En fin, aquí entre lo del clima, los buenos (los activistas) y los malos (la clase media trabajadora contaminante). Sin olvidar los discursos de los excitados Bardem (los que contaminan son los ricos) y Alejandro Sanz (voy a realizar un estudio sobre cuánto CO2 emiten mis conciertos).

Mientras, en Suecia, andan con lo que llaman la “vergüenza de volar” (en sueco flygskam), flagelándose sin necesidad… mientras nuestro presidente en funciones vuela en “su” falcon sin remordimiento que valga….

Y, bueno, eso es todo… aquí seguimos a la espera… menos mal que, como decía aquel, ¡aún hay patria! ...o sea esperanza y algo que hacer para mantenerla.