Escribo tras leer y meditar sobre el mensaje
escrito en el banco de la Iglesia donde acudo, o mejor donde ya puedo acudir.
El ambiente es en general de cierto temor por
si pasa algo. Algo que no se sabe de dónde puede venir y ni tan siquiera qué es
lo que puede pasar, pero a pesar de ello el Sacristán limpia todos los bancos
cada vez que se retira alguien de ellos, los fieles acuden lentamente
“protegidos” con mascarillas, esas que hasta hace poco provocaba cierta sonrisa
al verla en otros, además se acercan a frotarse las manos con el “gel” colocado
a la entrada y se sitúan “dos por banco”.
Nadie se da la paz y ni tan siquiera se miran……
temor, miedo sí eso es lo que impera, es lo que se puede leer en los ojos, esos
que apenas ni miran a los otros…….. Y al terminar todos en silencio se retiran
a sus casas aceleradamente sin, como digo, apenas mirarse…….. y cada vez más
alejados los unos de los otros.
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