Tras estos días de tensa espera, entre lluvias y más frio del esperado, con el deseo de llegar a la Pascua y con el ardiente deseo final de levantarnos de nuevo, resurgir y alzarnos una vez más, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, comenzamos una nueva etapa, seguros de conseguirlo.
Y así es como comenzamos el tiempo Pascual:
cincuenta días hasta llegar al momento de Pentecostés, esperando al Espíritu
Santo.
Así vivimos entre episodio y episodio Sagrado y
es cierto nuestra civilización, nuestra cultura, no se entendería sin la
relación existente con los Hechos Sagrados, y así nos reconocemos en ellos.
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