Yo
pensaba que esto de los “timos” no podía pasarme a mí.
Que
bobada (pensaba) si se ven venir a la legua ……………..…… si si.
Llaman
a la puerta, dada la hora intempestiva, y dado que a nadie esperaba, miro por
la mirilla y lo que veo no me parece peligroso. Una mujer joven de unos
treintaytantos, embarazada y vestida normal, más bien diría que bien vestida.
Abro la puerta, la mujer aquella con rostro compungido, pero sin exagerar, tras
preguntarme si sabía el número del presidente de la Comunidad (que no tengo) y
señalar que no estaba el portero, me relata su peripecia.