Lo
privado no es otra cosa que aquello de nuestra exclusiva propiedad, que hemos
conseguido con nuestro esfuerzo personal o bien hemos heredado de nuestros
ancestros, quienes también así lo consiguieron: así y por eso lo llamamos
propiedades.
Lo
público aparece más tarde, entendido público como todo aquello que nos damos y
pagamos entre todos a través de los impuestos y con el fin de obtener una
situación de bienestar mínimo para todos, como es la sanidad y la educación, y
la construcción de un país común cada vez más y mejor. O sea que si no existen
gentes con capacidad para pagar impuestos y crear empresas pues es obvio que no
progresará ni el país ni sus habitantes.
Pertenezco
a una generación que pese a haber nacido, vivido en la postguerra y crecido
antes de la “democracia” y donde “por lo visto” no sabíamos nada de política y
teníamos que ir a comprar libros temáticos (yo siempre los compré casi todos en
librerías de Madrid) al sur francés, pues ahora nos pretenden recontar la vieja
y casposa historia esa de Lenin, Marx y Engels, pues no, no queremos volver
atrás, queremos ser libres y en una sociedad donde el esfuerzo y la
meritocracia se impongan, no queremos renunciar a lo privado y, por supuesto,
tampoco a lo público todo eso que hemos ayudado a crecer, que no es nuevo
querido, ni lo has inventado tú!!!!
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