Francia, ¡qué envidia!... pero yo no soy Charlie

Tras los tremendos atentados en París: los asesinatos en la redacción del Charlie Hebdon y en un supermercado judío, hemos asistido a impresionantes escenas de solidaridad internacional que nos han tenido materialmente pegados a los televisores.

Hemos contemplado asombrados una manifestación en la que caminaban juntos políticos del mundo de derecha e izquierda. Cristianos, judíos y musulmanes. Hemos contemplado como los franceses cantaban su himno, La Marsellesa (por cierto no se le ocurra a Vd. traducirla….).Y por fin parece que los gobiernos europeos empiezan a preocuparse por las fronteras.

Irremediablemente a todos nos vino a la memoria la manifestación que se produjo en Madrid, tras los atentados de Atocha. Una manifestación indigna. Indigna, sí, pues en lugar de plantearse como repulsa hacia el terrorismo, la izquierda española (esa que no pierde oportunidad de “sacar tajada”) consiguió dar la “vuelta al calcetín” y escupírsela al Gobierno.

Pero volvamos a lo de Charlie Hebdo. La revista (parecida al “Jueves” español) es satírica, provocadora, insultante y ofensiva. Además de Mahoma y los suyos, la revista en cuestión ha publicado en múltiples ocasiones caricaturas aberrantes contra Dios, contra políticos, religiosos católicos… En fin según ellos se trata del espíritu de Charlie Hebdo.

Así que, aunque yo “no soy Charlie”… me uno a las manifestaciones de reprobación por esos cobardes asesinatos.

Aunque yo “no soy Charlie”… escojo la libertad… pero me niego a enfrentarla a la seguridad. Porque sin seguridad nunca seremos libres.

Aunque yo “no soy Charlie” me uno al dolor de los franceses…. pues llevo mucho tiempo unida al dolor de los cristianos, de los misioneros, de las monjas… a los que llevan años asesinando y quemando sus Iglesias.

Aunque yo “no soy Charlie” aborrezco a esa panda de fanáticos a los que hemos abierto la puerta de Europa y, a cambio, secuestran a niñas y mujeres para venderlas como esclavas…. y no sólo en Europa, sino en Irak, en Libia, en Nigeria…….

Así que, en fin, aunque yo no sea Charlie, ¡Francia, que envidia!