Estoy
convencida de que él no lo sabe; apenas se sienta en el banco del parque saca
un pequeño paquetito del bolsillo delantero del pantalón, se sienta y comienza
a desmigar un trozo de pan. Lo hace de forma pausada, yo diría que con mimo y
cuidado. Las palomas se van acercando, se oye el aleteo nervioso y agudo,
permanecen cerca del hombre con confianza y seguridad, acostumbradas a él, sin
duda. Y el hombre continúa desmigando poco a poco sin prisa, no tiene otra cosa
que hacer………………..
El
hombre no tendrá más de cincuenta años, y dada la hora debe estar sin trabajo,
seguramente……. Pero él no lo sabe estoy segura……….
No,
no lo sabe; no sabe que en Madrid está prohibido dar de comer a las palomas
“urbanas”, con multas de entre 150 y 750 euros………………… Como en muchas otras
ciudades por cierto….
No hay comentarios:
Publicar un comentario