Da
igual quien seas, da igual lo que hagas, da igual lo que sientas………...
El
hecho es que cuando aparece el fin de lo que conocemos como “vida”, todo esto que
conforma y forma la vida, y más aún cuando aparece sin esperarlo o antes de lo
que se espera, deja a todos paralizados, desorientados y sin palabras, casi sin
reacción. O se dicen manidas y repetidas palabras de condolencia dichas a la
familia pero en el fondo dichas a nosotros mismos. Alguien dice esto es lo
importante (¿?)
Y
así nos lleva a meditar acerca de todos los asuntos que guardamos en el cajón
ese de “pendiente de resolver” , y con la mente en los proyectos fugándonos de
nosotros mismos y pensando incluso en los demás.
En
los tiempos actuales nos hemos empeñado en esconder la muerte, lo cual es un
craso error dado que la muerte es un paso más de la vida, y sí: morimos porque
estamos vivos y sabemos con certeza que moriremos, si bien no sabemos cuándo:
pero que cuando asoma volvemos los ojos a Cristo y las manos a Sus manos en la
esperanza de la Resurrección.
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