miércoles, 3 de mayo de 2017

Yo no soy una bolsa de plástico


Lo llaman útero artificial…. es una bolsa de polietileno con líquido amniótico artificial y un circuito de oxígeno para mantener la circulación sanguínea. De momento, científicos del Hospital Infantil de Filadelfia, lo han hecho con fetos de cordero de 15 y 17 semanas de gestación…..

De acuerdo que el sistema podría reducir secuelas y ayudar a mantener en buenas condiciones a los prematuros de menos de 28 semanas… pero ¿no hay detrás algo más? ¿no se está abriendo el camino hacia una pura y dura maternidad de laboratorio?.... ¿una nueva subrogación?...

Recuerdo con emoción cada uno de los embarazos de mis hijos. Recuerdo con emoción el cuidado con el que me movía y los mensajes que les lanzaba segura, segurísima de que me escuchaban.

Sus primeras “pataditas”…. esa sensación de trasmitir vida…. la colaboración con el milagro y ¡el nacimiento! . Después…. el primer abrazo... y ¡la vida entera, plena!

¿De verdad es un adelanto la maternidad de laboratorio?... No, yo no soy una bolsa de plástico.

(Y todo ese enorme y sospechoso embrollo mental seudo feminista de sólo alcanzaremos la igualdad cuando los niños se fabriquen en un laboratorio….)


No hay comentarios:

Publicar un comentario