Lo
llaman útero artificial…. es una bolsa de polietileno con líquido amniótico
artificial y un circuito de oxígeno para mantener la circulación sanguínea. De
momento, científicos del Hospital Infantil de Filadelfia, lo han hecho con
fetos de cordero de 15 y 17 semanas de gestación…..
De
acuerdo que el sistema podría reducir secuelas y ayudar a mantener en buenas
condiciones a los prematuros de menos de 28 semanas… pero ¿no hay detrás algo más?
¿no se está abriendo el camino hacia una pura y dura maternidad de
laboratorio?.... ¿una nueva subrogación?...
Recuerdo
con emoción cada uno de los embarazos de mis hijos. Recuerdo con emoción el
cuidado con el que me movía y los mensajes que les lanzaba segura, segurísima
de que me escuchaban.
Sus
primeras “pataditas”…. esa sensación de trasmitir vida…. la colaboración con el
milagro y ¡el nacimiento! . Después…. el primer abrazo... y ¡la vida entera,
plena!
¿De
verdad es un adelanto la maternidad de laboratorio?... No, yo no soy una bolsa
de plástico.
(Y
todo ese enorme y sospechoso embrollo mental seudo feminista de sólo alcanzaremos la igualdad cuando los
niños se fabriquen en un laboratorio….)
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