Cuando
cambian las circunstancias y los tiempos, cuando quieres sorprender o mejor
esconderte, pues ya sabemos el clásico es eso: cortar el pelo. Te arreglas los
pelos de la cara o del cogote y oye que pareces otro. Y ya si te quitas el
flequillo “cortado al hacha”, la camiseta y te duchas un poco… monísima y
superpija… tú.
Así
que toda la patulea con los que estamos “disfrutando” por estos lares han
decidido darse un nuevo aire, un nuevo ritmo a sus vidas….. y lo primero ha
sido aliviar las melenas y los bigotes.
Los “el antes y el después”…… ¡No hay nada como un buen corte de pelos!
(El Bigotes se los quitó- eso sí este en la cárcel- para “encender el
ventilador gurteliano” y la cupista se fue a Suiza para hablar francés y
convertirse en pija, que es lo que en realidad siempre fue).
Y
ahí tenemos a un tal Álvaro Pérez, de la trama Gurtel valenciana, que ha
aparecido barbilampiño… cuando todo el mundo le llamaba “el bigotes”… total que
ha decidido cambiar…. pero sólo de pelos porque repartir estaca…. en eso no
cambia.
La
tal Gabriel, ante la amenaza de cárcel, se ha hecho un puigdemond y se ha
pirado a Suiza. Eso sí antes se ha arreglado el pelo (¡qué falta le hacía!), se
ha quitado la camiseta y ya en plan “que guapa soy, que tipo tengo” anda por
aquel país hablando francés por los codos…. que estos indepes hablan de todo
menos español…. ¡qué pesados!
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