miércoles, 21 de febrero de 2018

Un hombre y un perro. Estampa urbana




Se trata de un hombre de baja estatura, pulcramente vestido, a quien su canoso pelo, su complexión y movimientos avisan de su edad.

Camina a paso ligero rodeado por esos árboles que ya están totalmente desnudos de hojas, árboles que se mantienen erguidos como si le rindieran honores, mientras él mantiene la mirada fija en el suelo, seguramente para que sus pies no se encuentren con desniveles que puedan provocar una caída o al menos un traspiés.


Mantiene los brazos firmemente cruzados en la espalda, al tiempo que una de sus manos sujeta, con escasa fuerza, la larga correa, de color marrón, que acaba en el cuello de ese pequeño perrillo que con harta frecuencia, levanta la cabeza hacía el hombre. Hombre de gesto malhumorado o al menos hosco, que de vez en vez tira de esa correa, al tiempo que pronuncia algunas palabras, difíciles de entender, mientras el perrillo dirige su mirada al cercano parque urbano evidenciando su deseo de acudir.

Pero sucede que el hombre a paso firme y rápido se limita a cumplir su misión y caminando arriba y abajo de la calle, tras el tiempo estipulado regresa a su casa mientras, al fin, esboza una sonrisa…………… es solo un hombre y un perro.
Fotografía Ángel S.S.



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