Va andando tranquilo por la calle, ya es otoño
pero hace calor y casi parece verano aún, de pronto echa a correr y alzando su
brazo con la mano extendida se acerca a las hojas que penden de los árboles de
esa calle, “voy a llegar” dice y casi lo grita.....
Y sí, si él quiere, llegará y tocará las hojas
y conseguirá alcanzar otras muchas metas, sí, seguro solo es preciso que se lo
proponga.....
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