Y llegó como estaba anunciado, sin fallar a su
cita, la primera superluna, esa que llaman de las nieves por aquello de que
casi siempre nevaba coincidiendo con ella...
Bien es evidente, he de confesar mi atracción
sin remedio por la luna coincidente con esta costumbre irredenta que tengo de mirar
al cielo cada vez que salgo de casa, y aún más cuando camino por la calle y ya
ha anochecido, pero lo cierto es que está ahí y es ella la anunciada superluna
y aunque no lo creas me emociona encontrarla..............
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