A
ver :compruebo la documentación necesaria requerida para pasar “la engorrosa
prueba” y si, parece que lo tengo todo en orden y como ayer lo lavé y comprobé
todos los niveles, las luces, los frenos, las ruedas……..
El
caso es que yo considero que mi ya viejo coche, tiene diez añitos, está
bastante bien, así es que animada y animándome me dirijo a una de las más de
cincuenta estaciones de esto de la inspección técnica de vehículos que tenemos en
Madrid.
Según
me voy acercando siento que se me aceleran las pulsaciones, y un “nudo” en el
estómago se me forma (digo yo). Uffff que nervios, me sitúo en la cola bajo un
letrero que claramente dice “Entrada”.
Pago en la ventanilla (que bien no tengo que bajarme del coche…..me
tiemblan las piernas)
Delante
de mí solo hay tres coches, así es que creo que no tardaré mucho, esto me anima
y hacia delante voy……….Y de pronto me doy cuenta de que el empleado que se
ocupará de mí me está haciendo señas con el fin de que me dirija hacia el foso,
y con el fin de que ,con suerte, no vaya a meter una rueda en dicho foso y
la………….…fastidiemos; bien lo he conseguido.
Ya
situada, bien, sobre el foso, el hombre aquél me va dando indicaciones: “
acelere! acelere! más! más!, ya …….…que ya!” (¡qué vértigo!) “frene! más,
más!”………que frene! “ ay! que me he equivocado acelero en vez de frenar UFFF
perdón, freno, freno, freno ……….. Ya… ale!
(a punto estoy de acelerar y largarme a mi casa). Levanta el capó mira
por dentro, mira las ruedas, (el corazón se me va a salir por la boca…..)
“bien” dice “aparque en aquella zona y pase a recoger su documentación”, a
punto estoy de preguntar que si había aprobado…... no, no lo hice….aparco y
espero a oír mi nombre…….y sí he aprobado!!!!!!!!
La misma sensación nos embarga a todos los poseedores de un viejo trasto.......
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