martes, 10 de junio de 2014

Mendigos en Madrid

No existe una sola ciudad en el mundo occidental donde no exista la mendicidad. Madrid no podía ser menos.

Histórica y literariamente (reflejo de la sociedad en la que se desarrolla) “toda la vida” han existido mendigos. Una de las causas que se señalan habitualmente se refiere a la irrupción de la sociedad postindustrial, las migraciones del campo a los suburbios urbanos y la utilización de tullidos con el fin de conmover la piedad de los más afortunados y esta conmoción se da en países- comunidades católicas, no en la Europa del Norte, países que abrazaron el protestantismo donde la holganza y “vaguería” estaba y está intrínsecamente rechazada. De hecho en los años 50 del pasado siglo el acto de dar limosna a los mendigos era algo prácticamente obligado, y no solo por caridad cristiana sino yo diría, casi por educación, en ese momento histórico la pobreza extrema procedía de la situación postbélica, de tal forma que de forma progresiva fue disminuyendo el número de mendigos a medida que crecía el nivel de vida de los españoles.

En Madrid y desde hace unos diez años, nos encontramos con un fuerte incremento de mendicantes; no existe un solo supermercado, Hospital, centro cultural, Iglesia donde no se hayan situado grupos, generalmente de origen no español, perfectamente organizados. Semáforos con hombres y mujeres que portan botes de jabón amenazantes, gorrillas que te señalan un aparcamiento de forma innecesaria…………….. Últimamente han aparecido unos extraños individuos jóvenes, altos, rubios o morenos, acompañados de uno o más perros y cargando sobre sus espaldas en mochila todas (posiblemente) sus posesiones (¿Quiénes son?)

Esta lacra social conmueve a todos, es totalmente contraria a la idea que todos tenemos de estilo de vida, y no hay uno solo de nosotros que no quisiéramos que desapareciera, pero a costa de qué? o mejor cómo?. Complicada cuestión que deberá resolverse con medidas sociales, legales y sanitarias y no seguir cargándolo solo sobre las espaldas de la Iglesia.


 

1 comentario:

  1. Es, en efecto, agobiante como proliferan los mendigos (subsaharianos, gitanos rumanos, etc.) que se apostan en las puertas de supermercados, iglesias, o cualquier otro lugar de paso... y también esos personajes -acompañados de al menos dos perros- con mochila y aspecto extraño que deambulan por las calles...... ¿Por qué el Ayuntamiento no hace nada?...... Es, acaso, libre el espacio común? ¿Dónde está la Policía Local?. Alguien, por dignidad de todos debería hacer algo.

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