viernes, 8 de mayo de 2015

Bajando de los tacones

Los llamamos tacones así en plan general, pero realmente se deberían llamar zapatos con tacón alto, a veces muy alto, tanto que obliga a doblar el pie manteniendo el talón alto y los dedos dobladitos, y por lo oído y según Gucci para que un zapato de tacón pueda considerarse alto debe medir al menos ocho centímetros y medio….. todo muy natural……..

Para curiosidad general, estos zapatos fueron en principio, allá por el siglo XV, utilizados por los hombres en plan práctico para sujetar bien el pie en los estribos cuando montaban a caballo, y siglo después las mujeres comienzan a utilizarlos para no bajarse ya nunca de ellos, y no como los varones que , mucho más listos, se bajaron pronto.

La razón de su uso, aparte de lo de los estribos, ha sido la ilusión de alcanzar la ansiada altura que la naturaleza o los genes nos negaron, y bajar una talla y estilizarnos, que por lo visto es la sensación que provoca el uso de los zapatos de tacón alto.

Pues bien el caso es que poco a poco una acaba bajándose de los tacones, expulsada de ellos por las repetidas y dolorosas fascitis plantares y talonarias, que dicho sea de paso y por suerte duelen durante poco tiempo pero fastidian mucho.

Otras patologías originadas por el uso de estos instrumentos de tortura, son más problemáticas como las osteoartritis rotulianas y las algias dorsales, véase si no a alguna presentadora-comunicadora de edad avanzada que se resiste a abandonarlos provocando en los “televidentes” enormes deseos de gritar: “quítese los tacones buena mujer”!!!!!!!!!!!!!!!!!

Conclusión que hay que bajarse de muchas cosas, a veces hasta en marcha, y una de ellas: los tacones…………….
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario