La
fiesta de Todos los Santos me hace siempre recordar aquellas palabras. Los
Santos, claro, nos enseñan con su vida cómo dar luz. Así que cuando veo la
ridiculez hortera de la gente de toda edad vestidos de esqueletos, monstruos,
asesinados o asesinos…. de muerte en fin, andando como zombis por las calles de
mi ciudad lo encuentro ¡tan ridículo!.
Al
mismo tiempo lamento que, de vez en cuando, alguien me diga que no va a los
cementerios… que ¿para qué? “Yo no vuelvo con nada”, me decía el otro día
alguien. A ver, le dije, si es que no vamos a que nos den… vamos a dar. A dar
tributo, recuerdo, a rendir honor a todos nuestros antepasados, a dar, en fin,
nuestro testimonio de Fe y de Esperanza. Y debemos ir con alegría, contando
cada una de las palabras que nos dejaron escritas en nuestro corazón. Porque
tal testimonio es vivo, no está muerto.
En
fin, menuda diferencia con esa ridiculez del jalogüin, que es todo negro,
tenebroso…. para dar miedo. Vaya estulticia. A mí que no me repitan lo de la
tradición celta…. que me da la risa.
P.D.
2015 ha sido proclamado por las Naciones Unidas como “Año Internacional de la
Luz y de las Tecnologías basadas en la luz”. Vale, pues la fiesta de Todos Los
Santos tiene todo que ver con la Luz…. Cristo Luz del mundo… los cristianos
deben ser la luz de la tierra.
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