Tengo
que confesarlo: a veces veo la 5.
Y
sí, fue a eso de las 14 horas, apareció un programa que se llama Cámbiame,
palabra mágica donde las haya. Cambiar, cambiar…… pues bien, se trata de una
serie de personas descontentas con su aspecto y portando alguna que otra
desgracia a cuestas, se ofrecen a un trío de estilistas (así se anuncian…) con
el fin de mejorar.
A
los pobres concursantes les dan todo tipo de consejos no solo sobre su aspecto
físico, sino también y sobre todo, sobre su forma de actuar y de ser...(¡toma
ya!). Previamente les advierten de que el “mal no existe” dicen, repiten que
todo es relativo (¡ole!), que no hay ni buenos ni malos… huy huy huy, y todo
con mucha pero mucha ideología de género.
Y
sucede que casi todos estos concursantes yo creo que en el fondo lo que quieren
es salir en la tele un ratito al menos, tener ropa nueva y que les pongan una
mechas, que son carísimas, así es que lloran un poquito se abrazan, se quitan
los tres mil piercing que portan, les tapan como pueden los tatuajes y tras
cortarles el pelo aparecen en escena personajes que todos y todas son copias
unos de otros.
Mientras
los “estilistas” están encantados de si mismos.… y digo yo ¿Por qué no les
cambian a ellos, en lo físico y en lo psíquico?.
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