miércoles, 24 de febrero de 2016

Reflexiones: la amistad


En todas las culturas se resalta el gran valor de la amistad.

La amistad, esa relación existente entre dos o más personas (en este caso, queridas progres, vale acabado en as no hace falta cambiar por os….) cuya fundamental característica no es otra que la lealtad amén de la mutua ayuda, la solidaridad, la sinceridad, el compromiso y por supuesto el trato continuo en el tiempo.

Siempre me han fascinado todas esas personas capaces de mantener sus amistades de la infancia, de la juventud, de la adultez…. Incrementando permanentemente el número sin que por ello se resientan los amigos anteriores, y a veces superando el número ese del antropólogo Dunbar que nos pone el límite de amigos en 150 y eso contando con el tamaño de nuestro neocortex.

Pues bien estas reflexiones me vinieron a cuento al contemplar con horror y con sorpresa, la aparición y salida a la luz de los múltiples casos de corrupción que como una gota incontenible del grifo viejo y roñoso, caen día a día, minuto a minuto, señalando ora a unos ora a otros y puestos en evidencia casi siempre no por la “justicia” si no por aquellos que eran “amigos”.

Así es que regresando a Dunbar quien, teorizando, relataba que para mantenerse juntos los amigos, es necesario un “incentivo” muy alto y encontrarse siempre muy cerca unos de otros, llego a pensar que la amistad es harto difícil de mantener y no digamos la lealtad inter “amigos”.

 

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