Las
llamadas redes sociales se iniciaron alrededor de los años noventa del pasado
siglo, con la intención de que la gente se conectara estuviera donde estuviera
y no perdieran contacto o incluso lo recuperaran y dieran paso a la nostalgia
del tiempo pasado siendo, creo yo, el gran éxito de estos sistemas de conexión.
Estos
sistemas que en la actualidad , y desde hace unos cinco años sobre todo, llegan
a miles y miles de usuarios han cambiado su razón de ser, siendo utilizados
para provocar la llegada de rumores e informaciones sesgadas y muchas veces
falsas, así es que lo que en origen fue el interés en que la gente se
relacionara con aquellos que tenían sus mismos intereses de trabajo,
comerciales, distracciones, o recobrar viejas amistades, se ha transformado en
un lugar donde se puede criticar, difamar, mentir, provocar odios y extender
propagandas políticas que creíamos superadas como las de sesgo bolivariano
comunistas y antisemitas.
Y
no digamos las de origen animalista y antitaurino como se ha demostrado este
pasado fin de semana, tras el fallecimiento en la arena y por asta de toro,
durante la corrida, del torero Víctor Barrio, que provocaba en twitter cientos
de miserables mensajes celebrando la muerte de un ser humano, adornados con
comentarios atrabiliarios y repugnantes, emitidos por los mismos a quienes la
eutanasia, los crímenes bolivarianos y el aborto, no conmueven lo más mínimo.
Las llamadas redes sociales son el lugar donde se esconden lamentablemente toda esa panda que se hacen llamar animalistas, que colocan (lo que es aberrante) al hombre detrás de los animales. Pero el asunto es ¿quién mueve todo esto?. Recordemos que el odio hacia la Fiesta Nacional se inicia en Cataluña. Así que se ataca a los toros desde el odio puro y duro hacia España y a su cultura popular. El populismo lo promueve y el socialismo mira para otro lado.
ResponderEliminarLamentable.