Camina
no demasiado rápido, la mano izquierda plegada en puño, su mano derecha
arrastra la pequeña maleta y al tiempo la mantiene fuertemente presionada sobre
el tirador con el fin de que no se escape… seguramente.
Se
mantiene erguido y no muestra afectación alguna en su rostro, nada, ningún
signo vislumbra ni hace adivinar lo que siente, lo que piensa, lo que quizás
lamenta o desea… lo que deseó un día hace ya más de dos años…….
Y
así, sin cambiar la forma, acelera la marcha hacía la cercana estación de tren,
donde le espera la vuelta, el regreso, la cercana Navidad…… Y es posible que no
vuelva ya ¿para qué? se pregunta sin esperar respuesta……..
Y
mientras resuena en su cabeza aquel triste poema de desamor y esperanza….
Y pasaron los días
Y las horas largas
Y pasó el amor
Y el amor pasaba…
Y volvió al lugar
donde le esperaban.
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