Estamos
ya de nuevo en esta etapa de espera, semejante a la vieja estación, sentados en
los bancos esperando que, de nuevo, pase el tren y nos lleve a donde queremos
ir.
Esperando
que renazcan en nosotros esos deseos inmensos de ser felices, de amar, de
perdonar, de comprender a otros, de olvidar y al tiempo de recordar, de desear
que llegue Él y nos lo repita de nuevo……
Dice
un amigo que es momento de desposeerse de todo lo superfluo, de quedarse con
las cosas fundamentales de la vida, de conservar los recuerdos, de hacer lo
posible por no distraerse, por no abandonar lo importante…….….
Y
a mí me dio miedo esa reflexión……. y pregunté ¿lo superfluo? ¿Qué es lo
superfluo? ¿qué lo accesorio?.......... ¿De qué estamos hablando? ¿De cosas?
¿De personas?¿De qué?...................
Y
resultó que para cada uno lo superfluo era algo distinto, y repito sentí miedo
de poder ser yo misma, en ocasiones, lo accesorio, lo superfluo……
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