Esta
“Edad Media precocinada” que nos quieren imponer una serie de señores
catalanes, a veces, da hasta risa si la cosa, claro!, no fuera en verdad
dramática.
Dramática
y estúpida. Se arrogan un pasado que no tienen, que no tuvieron jamás. Y ello a
costa del resto de los españoles a los que, por supuesto, correspondería
cualquier decisión que se pudiera tomar sobre nuestro país, sobre España.