De
España a Bélgica, de Bélgica a España con escalas en Marsella y vaya usted a
saber dónde más, Puigdemond y los suyos con sus maletitas pequeñas de cabina,
huyeron despavoridos, con las picas guardadas, presos a la fuga y ya veremos
cuanto duran.
Y
mientras en España, los “otros” como en una mala película de Berlanga, entran y
salen de la cárcel y dicen que todo ha sido una broma, al tiempo que los de las
¨bases¨ gritan algo de la república bananera esta que se han inventado, y
cortan carreteras y paran el AVE en una suerte de identificación por aquello de
alta velocidad española….. pero es el caso que la nueva Carmen de España se
pira a su casa a dormir y que paguen otros los ciento cincuenta mil que a ella
casi no le llega con su sueldecito…. Qué valiente!!!!
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