Han
pasado cincuenta años de nuestro uso de razón y estamos como estábamos,
preguntándonos y preguntando las mismas cuestiones, manteniendo los mismos
temores, asediadas por la premura de adivinar arcanos que se nos antojaban y
antojan irresolubles; nosotras que por fin creíamos tenerlo todo bajo control,
con nuestras ideas y opiniones sobre “todo” bien claras y asentadas... pues no,
resulta que aquí estamos en una suerte de galería kilométrica con letreritos
que intentan guiarnos por donde no queremos, cayendo cada dos por tres en
trampas saduceas al perseguir el auténtico sentido de la vida, semejantes a
aquél Harry Haller que nos traía de cabeza.
Y
todo por culpa de esta capacidad nuestra de estar todo el día elucubrando,
arrastrando aunque no queramos, este agudo espíritu crítico e irónico que nos
inculcaron, y convencidas siempre de tener la solución; bueno que conste que a
mí me gusta ser así, que me encanta meterme en todos los charcos y opinar hasta
de lo que no sé.
Pero
lo que no entiendo es si ya estaba todo claro ¿a cuento de qué empezamos otra
vez con las mismas cantinelas?…….. me dicen que es lo normal… ah!
si aquí estamos de nuevo los de nuestra quinta, preguntandonos lo mismo otra vez..................
ResponderEliminarBuenooooo Harry Haller!!! al Hesse lo dejé yo por imposible.... nunca conseguí entenderlo del todo, así en anónimo es más fácil reconocerlo................
ResponderEliminar