El
pensamiento postmoderno nihilista, donde nada es verdad ni mentira, ha sido,
es, el terreno perfecto para toda una serie de teorías y acciones regidas por
la llamada teoría de género que en resumen viene a decir que el ser humano será
lo que quiera ser, con lo que venimos a cosificar según interese al hombre o
mujer.
En
este momento estamos entretenidos con la, eufemísticamente, llamada “maternidad
subrogada”, disfrazando un acto de evidente compra de personas con el bonito
nombre de maternidad, hechos que no son otra cosa más que una nueva forma de
esclavitud y desprecio hacia las mujeres, y que en este caso sí que ha sido
resaltado posicionándose en contra grupos feministas.
Por
otro lado y de nuevo la palabra derecho aparece, reforzando lo que no es más
que un deseo de obtener un “bien” con la mágica palabrita: derecho.
Así
es que se han puesto manos a la obra desde todos los puntos cardinales con el
fin de que todos, “ricos o pobres”, “hombre y mujeres” puedan disfrutar de lo
que desean y sin pudor alguno lo llaman derecho, olvidando que para ello van a
reducir a las mujeres a “cosa” en forma de contenedor o recipiente,
despreciando obviamente a la mujer: “non omne quod licet honestum est” que
viene a decir no todo lo que es legal es honesto, haciendo evidente que no
siempre las normas del derecho están cerca de la moral, claro que esto es el
derecho romano.
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