Es
alto, joven, no más de veinticinco, atildado………….. su mano derecha oprime un
ramo de rosas disimuladamente envueltas en un papel amarillo, su postura
estudiadamente displicente, así como si no diera importancia alguna a lo que
está haciendo…….
Mas
en su mirada se advierte la inquietud que siempre provoca la espera, una cierta
taquicardia de evidente origen amoroso, mientras recuerda esos versos
emocionantes de amor que repasa una y otra vez, y olvida ahora lo que en otro
tiempo le parecía blando y casi ridículo para él……… pero entonces apareció ella
y comprendió que su vida no tendría sentido si no era a su lado, y crecieron
sus deseos de unir sus vidas de proyectarse unidos, de vivir unidos…………
No hay comentarios:
Publicar un comentario