Con
un título como “yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones”,
escrito además por uno de los personajes con mayor sentido del humor que
circulan por las tertulias como es el diplomático embajador Inocencio Arias, se
puede esperar cualquier cosa. En alguna de sus páginas leí que eso de llamarle
a uno de Vd. en las cafeterías y restaurantes se había acabado…… el tuteo se
había impuesto… y ¡como mucho!, a veces se dirigen a uno diciendo eso de:
“caballero que le pongo?, en plan casi…… de choteo.
Me
pareció un poco exagerado hasta que…. este verano recorriendo el Levante
español, Castilla y León y Castilla la Mancha (Madrid, no me diga Vd, que no es
tanta Mancha como Ciudad Real, por ejemplo), en todos esos lugares (la playa de
San Juan de Alicante, Béjar (Salamanca) o Pozuelo del Rey (dentro de la llamada
Alcarria de Alcalá) hemos sido recibidos en los bares y restaurantes con un
alegre: “¿qué hay chicos, qué queréis?”…o -si íbamos más de dos- “¡Eh familia
qué os apetece!”. Prometo que ninguno de aquellos camareros nos conocían de
nada.
Esta
tendencia a la informalidad, para mí bastante sobrevenida, se ha volcado de
golpe en la lengua. Así que el usted se ha relegado casi completamente: lo que
se lleva es el tú
(Un
amigo dice que tal “avance” está imponiéndose por la influencia del idioma
inglés que con el you vale para todos).
En
fin, chicos, cosas del verano…….
Aquí
unos “chicos” neardentales, esperando una coca cola. Museo de la Ciencia de
Valencia…..
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