Este
año que comienza se cumplen 50 años ¡50! de aquel momento irrepetible que
vivimos en una juventud entonces casi adolescente….
Viajábamos
en un 600 hasta PARÍS, comprábamos libros “prohibidos” en la librería de Ruedo
Ibérico. El libro rojo de Mao nos lo llevamos con sus tapas de plástico rojo
para que se viera lo progres que éramos…. (pronto descubrimos que el tal
librito era malo, pero malo, malo, ¡de acostarse!….) cantábamos canciones
“libertarias”, sin saber siquiera que era eso… en las escaleras del Sagrado
Corazón.
Aquellos
días donde, los que se pensaban “jóvenes promesas” dispuestos a todo, llenaban
de eslóganes ingeniosos las paredes de la capital francesa (Sé realista…. pide
lo imposible…) eslóganes que, como globos de colores en un cumpleaños, nos
aprendíamos de memoria como si fuera la tabla de multiplicar….
Unos
meses antes, en Nanterre, un tal Daniel Cohn-Bendit abucheaba a George Pompidou
por su Libro Blanco sobre la enseñanza en Francia.
Pero
1968, año bisiesto…. fue un año convulso para todo Occidente. Además del “mayo
francés” sucedieron cosas, tantas que algo cambió en el mundo de forma patente:
la primavera de Praga, los asesinatos de Robert Kenedy y de Martin Luther
King…. Las protestas raciales, Vietnam…..
¡50
años, sí! ¡Tempus fugit, amigo, fugit!......
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