Gómez de la Serna, Don Ramón, decía, en una de
sus greguerías, que “si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de hablarte…”.
Pues eso me está pasando… empecé (en este periodo de maldita pandemia) con gran
brio aplaudiendo a los médicos, enfermeros, camilleros, limpiadores, etc. etc.,
pasé a destrozar la paellera con el cucharón de madera, seguí mirando con aire
represivo a todo aquel que me cruzaba por la calle…. uno por no llevar
mascarilla, otro por no entender que debía ir por su derecha, no por la mía….
otros por llevar a los niños descontrolados…. o por no saber que ¡no se besa,
no se abraza…!
Así cantaba cada día por la ventana el
“Resistiré…” del Dúo Dinámico; y luego el “Ya no puedo más...” del desaparecido
Camilo Sesto. Después puse todo lo alto que pude el Himno de España y desplegué
mis banderas….
Pero…. me he mirado al espejo y he descubierto
a una especie de “policía secreta” de TBO. Pasando de reírme de la gente que
miraba con cara represora a todo el que (según él) no “cumplía” como debía … a
ser yo misma el que reprendía.
En fin, creo que los aplausos se los ha quedado
un Gobierno que no se lo merece. Que las caceroladas tienen un tufillo extraño,
y las canciones se las apropia los que no debieran.
Y que, lo quiera o no, hay que cumplir normas
impuestas para, dicen, salvarnos de esta situación en la que estamos…. no hay
otra más que pedir a Dios que nos eche una mano…. A ver si hay suerte y salimos
pronto de esta.
Eso sí, no debemos olvidar la gestión del
Gobierno que nos… “gobierna”, ni sus errores……. ni sus aciertos (si los
tuviera).
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