Dado
que la tarjeta del aparcamiento aún funciona, he aparcado en mi plaza de
siempre, que aún estaba vacía.
Durante
35 años he aparcado en el mismo sitio; a mi derecha un radiólogo amigo de
siempre desde la Facultad, a la derecha un endocrinólogo muy serio que solo se
reía con nosotros, llegábamos a la misma hora y entre bromas, si algún colega
nos “quitaba” el sitio protestábamos, reíamos y nos deseábamos un buen día…… Ya
no estamos: ni ellos ni yo.
Después
he subido al ascensor y he ascendido hasta la planta 11; he ido bajando planta
por planta, lentamente, casi acariciando el pasa manos, intentando recordar
todas las cosas buenas y malas que he sentido, sufrido, pasado, disfrutado en “mi”
hospital. Cada planta me traía a la memoria historias de pacientes, de colegas
queridos que hace tiempo se fueron, de otros que han salido conmigo y algunos
que han quedado por aquí.
Las
lágrimas han asomado a mis ojos en más de una ocasión, otras veces rabia
contenida es lo que he sentido por esta forma de acabar tan inesperada y
prematura…….en fin necesitaba hacer esto, despedirme yo sola del lugar donde
tanto tiempo he pasado , tiempos buenos y malos, así tal y como es la vida …………
adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario