miércoles, 29 de abril de 2015

Es la dignidad, estúpidos!!

Las cifras son estremecedoras. Y me refiero a las miles de personas que están llegando a Italia, Grecia o España por el Mediterráneo en estos últimos tres años.

Solamente en 2015 (según datos de la Unión Europea) son más de 30.000 personas, si bien es cierto que es difícil dar una cifra exacta. Más de 2.000 habrían muerto durante su “viaje”.

Se habla de guerras, de desplazados, de hambre, de mafias que trafican con personas. Paralelamente se presentan planes, propuestas… respuestas, en suma, poco sólidas. La escasa contundencia y la ambigüedad en sus respuestas, tanto de la Unión Europea como de la ONU, nos dejan estupefactos.

Mientras, los del norte europeo, dictan y vaticinan…… pero ¿les resbala? ¿creen que no les afecta? ¿por eso se ponen de perfil?...

La solución no llega, no va a llegar nunca si todas las medidas se centran en montar cumbres extraordinarias donde se plantean pasos y primeras medidas a desarrollar.

El escenario se completa con una serie de agencias de control, como Europol, Eurojust, Frontex, Agencia de Asistencia al Asilo etc. Y, sobre todo, la situación de donde proviene la tragedia: Libia, Siria, Marruecos, Níger, Somalia, Congo, Costa de Marfil, la amenaza del Estado Islámico….

Las tragedias migratorias son crueles, muy crueles. Y las opciones reales que se plantean sobre las mesas de discusión…. simplemente no existen. ¿Cómo impedir que las personas circulen libremente por donde y como quieran?. Y, por otra parte, ¿no habría que resolver ya lo que, eufemísticamente, se llama la situación inestable internacional? O sea: se trata de una vez por todas de “poner las botas militares allí”…. Porque esa inestabilidad es lo que lleva a todas esas personas a arriesgarse en manos de la mafia, del crimen organizado.

Sin olvidar los asesinatos que se han producido sobre los cristianos a manos de otros emigrantes islamistas, en las mismas pateras miserables que les llevaban a unos y a otros. 

Es necesario regular la emigración. Y eso no quiere decir que se impida a las personas su libre circulación. Se trata de que lo hagan dignamente. Se trata de llegar no a escondidas, sino pasando con su pasaporte por las fronteras, allá donde quieran.

La Unión Europea y la ONU tienen que responsabilizarse de ello y la Cooperación Internacional y las numerosas oenegés en aquellos países que lo necesitan…… pero la ayuda ha de ser directa, no a los Gobiernos respectivos. Creando puestos de trabajo y empresas, construyendo viviendas, pozos de agua…

En fin, qué quieres que te diga, pues que se trata de la dignidad, estúpidos. De la dignidad de ellos y la nuestra, la dignidad de la PERSONA.

Lo de reunirlos primero en los centros de acogida y luego dispersarlos por el país haciendo ¿qué?.... no es solución tener a un subsahariano en cada puerta de cada supermercado, la solución no es llenar la calle de rumanos-gitanos con los miembros retorcidos y la misma foto de los mismos niños por las calles pidiendo “para comer” cuando en realidad forman parte de una misma mafia criminal, la solución no es cantar en el metro bonitas canciones iberoamericanas… no, la solución no es –ni siquiera- darles un euro…. no. La solución ha de ser institucional, ha de venir de la mano de la Unión Europea y de la ONU que han de actuar y dejarse de tantas comisiones. Pero YA.
 
 

 

1 comentario:

  1. Y, paralelamente, hay que agradecer a la Iglesia, a Cáritas y a tanto voluntario el enorme trabajo que están haciendo con los emigrantes y con los que lo están pasando mal. ¡Gracias!

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