Solamente
en 2015 (según datos de la Unión Europea) son más de 30.000 personas, si bien
es cierto que es difícil dar una cifra exacta. Más de 2.000 habrían muerto
durante su “viaje”.
Se
habla de guerras, de desplazados, de hambre, de mafias que trafican con
personas. Paralelamente se presentan planes, propuestas… respuestas, en suma, poco
sólidas. La escasa contundencia y la ambigüedad en sus respuestas, tanto de la
Unión Europea como de la ONU, nos dejan estupefactos.
Mientras,
los del norte europeo, dictan y vaticinan…… pero ¿les resbala? ¿creen que no
les afecta? ¿por eso se ponen de perfil?...
La
solución no llega, no va a llegar nunca si todas las medidas se centran en
montar cumbres extraordinarias donde se plantean pasos y primeras medidas a
desarrollar.
El
escenario se completa con una serie de agencias de control, como Europol,
Eurojust, Frontex, Agencia de Asistencia al Asilo etc. Y, sobre todo, la
situación de donde proviene la tragedia: Libia, Siria, Marruecos, Níger,
Somalia, Congo, Costa de Marfil, la amenaza del Estado Islámico….
Las
tragedias migratorias son crueles, muy crueles. Y las opciones reales que se
plantean sobre las mesas de discusión…. simplemente no existen. ¿Cómo impedir
que las personas circulen libremente por donde y como quieran?. Y, por otra
parte, ¿no habría que resolver ya lo que, eufemísticamente, se llama la
situación inestable internacional? O sea: se trata de una vez por todas de
“poner las botas militares allí”…. Porque esa inestabilidad es lo que lleva a
todas esas personas a arriesgarse en manos de la mafia, del crimen organizado.
Sin
olvidar los asesinatos que se han producido sobre los cristianos a manos de
otros emigrantes islamistas, en las mismas pateras miserables que les llevaban
a unos y a otros.
Es
necesario regular la emigración. Y eso no quiere decir que se impida a las
personas su libre circulación. Se trata de que lo hagan dignamente. Se trata de
llegar no a escondidas, sino pasando con su pasaporte por las fronteras, allá
donde quieran.
La
Unión Europea y la ONU tienen que responsabilizarse de ello y la Cooperación
Internacional y las numerosas oenegés en aquellos países que lo necesitan……
pero la ayuda ha de ser directa, no a los Gobiernos respectivos. Creando
puestos de trabajo y empresas, construyendo viviendas, pozos de agua…
En
fin, qué quieres que te diga, pues que se trata de la dignidad, estúpidos. De
la dignidad de ellos y la nuestra, la dignidad de la PERSONA.
Lo
de reunirlos primero en los centros de acogida y luego dispersarlos por el país
haciendo ¿qué?.... no es solución tener a un subsahariano en cada puerta de
cada supermercado, la solución no es llenar la calle de rumanos-gitanos con los
miembros retorcidos y la misma foto de los mismos niños por las calles pidiendo
“para comer” cuando en realidad forman parte de una misma mafia criminal, la
solución no es cantar en el metro bonitas canciones iberoamericanas… no, la
solución no es –ni siquiera- darles un euro…. no. La solución ha de ser
institucional, ha de venir de la mano de la Unión Europea y de la ONU que han
de actuar y dejarse de tantas comisiones. Pero YA.
Y, paralelamente, hay que agradecer a la Iglesia, a Cáritas y a tanto voluntario el enorme trabajo que están haciendo con los emigrantes y con los que lo están pasando mal. ¡Gracias!
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