A
Doña Carolina Bescansa, la del bebé en el Congreso y la falsa conciliación
familiar, no le gusta la gente de más de 45 años. Y no le gusta porque, según
dice, si no fuera por ellos su Podemos ya sería el amo de todo. Vamos que, su
jefe, el señor de la coleta, ya sería, de largo, presidente del Gobierno.
Y
tampoco le gustan los pueblos de toda la vida… los de menos de 500.000
habitantes… que parece que son los que no les votan. A ella le gustan “las
grandes urbes” que es donde está el respaldo a su “negocio”.