martes, 18 de octubre de 2016

La dignidad de la vejez, la memoria de los pueblos, la vida


La experiencia es un tesoro. Por eso hay que reivindicar que la vida es digna en cada fase de su existencia. Denunciado quedó el pasado 15 de octubre por Francisco, el Papa con su, no por repetida menos acertada, imagen de la cultura del descarte.

Precisamente ahora que ha saltado la noticia de la ampliación de la eutanasia en Holanda donde, si eres mayor de ¡12 años! y crees que tu vida no merece ser vivida (así, sin más, aunque no estés enfermo, con que te duela “la vida”, vale) pues nada te vas y adiós.

Lo curioso del caso es que se invoque la dignidad humana tanto para defender como para rechazar el suicidio.

Así que se plantea la disyuntiva: o eres digno porque puedes elegir libremente el momento de tu muerte, o tu dignidad estriba en saber vivir en cualquier condición concreta que surja.

Volviendo a Francisco. El Papa sabe dedicar las justas palabras a los que él llama las personas mayores: poseedoras de la memoria de los pueblos, aquellos que transmiten los valores…

El futuro existe para todos y la experiencia de los “mayores” es en efecto un tesoro indispensable

Venía pensando todo esto cuando me encuentro con una vecina mayor, con sus achaques y sus difíciles movimientos… cuenta que viene de “echar una mano en la Parroquia”… y pienso esta tiene claro eso de “no le pidas a la vida que haga algo por ti… haz tú algo por la vida”…

No sé por qué le he dado las gracias.

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