Pues sí, así estamos más asustados y
desorientados que una tortuga en la selva, rodeados de virus neumónicos, gentes
disfrazadas de defensores de a saber qué, amantes del pensamiento único y
amenazados con todo tipo de maldades y mentiras.
Lo cierto es que no sabemos para donde mirar,
avergonzadas de manifestaciones falsas y engañosas, que no tienen nada que ver
con nuestro transcurrir vivencial, nada que ver con lo que siempre hemos
proclamado, nada que ver con quienes hemos trabajado por una auténtica igualdad
legal, y nosotras que creíamos que ya éramos iguales…. y sin necesidad de odiar
al sexo opuesto y para completar el cuadro se nos viene encima el virus….. así
es que se nos ha quedado cara de Grito de Munch.
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