Escaparates
que atraen. Maniquíes de cintura imposible y largas piernas.
Ella
no posee esas piernas, ni esa altura, pero la verdad le encantaría. Por eso se
detiene ante el escaparate y mira y vuelve a mirar la ropa allí expuesta, se
imagina con ella, y como en un antiguo cuento de final feliz, se mueve como si
volara……. en su imaginación, y se le alegra la cara, y brillan sus ojos…..… por
un momento.
Apenas
dura esta sensación unos segundos y entonces se aleja despacio, que le cuesta
andar, dejando aún casi colgados sus ojos de aquel escaparate…………
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