martes, 8 de noviembre de 2016

Página noventa y dos: El mágico perdón


Comentaba un amigo el otro día y casi casi en plan confesión, que desde que había decidido perdonar a todo aquel que le había provocado algún daño, y habiendo vaciado esa horrible mochila de odios y daños provocados en el alma por otros, estaba consiguiendo eso tan difícil, pero curativo, que se llama “la paz interior”, y lo titulaba como el mágico perdón.


Y sí, había conseguido, con bastante esfuerzo diario la verdad, ser más generoso en sus juicios hacia los demás y pasaba por alto comentarios poco edificantes que antes le hubieran provocado “saltar a la yugular” de quien los pronunciaba y simplemente había optado por contar hasta diez…… a veces hasta veinte, mientras elaboraba la respuesta adecuada y cuando al fin lo conseguía (que no siempre era posible….) sin renunciar a sus principios, notaba una extrema tranquilidad y la alegría se reflejaba en su rostro.

Contaba este amigo que aún le quedaba mucho recorrido, que habían sido muchos años de rabia y dolor provocado por otros, infringido a sí mismo y a los que amaba, pero que estaba seguro de acabar consiguiendo perdonar a todos sin olvidar, pues olvidar significaría el desprecio al ofendido y la renuncia a tus propias ideas y principios.         

Y me quedé pensando en la magia del perdón y el difícil camino que lo rodea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario